LA ERA TECNOLÓGICA EN LA EDUCACIÓN

Hemos empezado una nueva era en la educación.

Ya lo que en otrora era una máxima, hoy solo es un bello recuerdo que quedará en la mente de todos aquellos que con dedicación y entrega, se dirigían a las aulas para impartir sus clases.

El tablero y la tiza, son solo una página que se escribió con letras doradas en los inicios de la educación, cuando los libros eran llevados a lomo de mula, cuando se tenían que caminar varios metros para llegar a la escuela, cuando los maestros eran la tercera autoridad del pueblo, cuando los estudiantes usaban cargaderas y eran obligados a aprender de memoria el PADRENUESTRO  en latín,  y cuando los castigos que imponían los maestros a los chicos que no cumplían, iban desde sostener unos libros en la manos con los brazos extendidos y arrodillados sobre unos granos de maíz en un rincón del salón, frente la mirada de los demás compañeros.

En esa época donde ir a la escuela era una presentación en sociedad de quienes tenían cómo pagar la educación, donde ser maestro era un arte y donde las tablas de multiplicar se enseñaban con regla en mano, la memoria era una herramienta fundamental, la ida a misa los domingos era un paseo obligatorio, porque el lunes a primera hora, se debía recitar al maestro el evangelio, con puntos y comas.

Los libros eran textos sagrados, leer a Cervantes, a López de la Barca, Shaskepeare, eran una armonía para los oídos como para los labios; saber de geografía y de ciencias naturales, era un recorrido mágico por el mundo de la imaginación, jugar canicas y tomar una kola, eran los pasatiempos que hacían el momento en la escuela una verdadera y mágica experiencia.

Poco a poco la tiza empezó a ser desplazada por el marcador borrable y para ello se debían crear un tablero acorde a dicho material: El acrílico.

¿Las metodologías cambiaron?, ¿La pedagogía cambió? ¿Las estrategias de enseñanza se mantienen? ¿¿Los nuevos recursos han hecho de la educación un ARTE?